miércoles, 18 de julio de 2007

¿Me recuerdas?

Siempre he pensado que mi cara era fácil de olvidar. Cuando mis amigas y yo conocíamos a gente, si un tiempo después volvíamos a encontrarnos, de mí nunca se acordaban, era la más invisible del grupo. Eso me dolía, pensaba que nunca calaba en la gente, que siempre estaba a la sombra de las demás, que era el patito feo del grupo, porque en mi nunca se fijaban. Y si de mi cara no se acordaban, del nombre... menos aún. Así que no sé cuantas veces me he tenido que presentar para que por fin se dieran cuenta de que existo.
Pero recientemente ha pasado algo que me ha hecho cambiar de opinión, aunque sea un poquito. Hay personas que si se acuerdan de mí, incluso aunque lleven más de 10 años sin verme, desde los 3 o desde los 7.
Hace poco me encontré con mi profesora de la guardería, y no la veía desde hacía muchííísimo, porque terminó cambiándose de colegio hace tiempo. Estaba en la calle esperando a una amiga y se me acerca, me sonríe, y me pregunta ¿qué tal todo? Me quede a cuadros, no he cambiado mucho, pero no sé, anda que no ha tenido niños desde que yo la dejé con 4 añitos hasta ahora, que tengo 21. Ese tipo de encuentros me hacen ilusión, me alegran el día.
También unas semanas atrás, llegó mi madre a casa tras salir a hacer la compra, y al entrar por la puerta me dice:
- ¿A qué no sabes quien me ha dicho que te ha visto el otro día?- y mi pensamiento inmediato de: pues no, no lo sé, anda que no me puede ver gente por la calle.
-¿Te acuerdas del vecino que vivía abajo, C***?
-Claro- como para olvidarle, yo era pequeñita, pero hay una foto suya por ahí, que cuando la he visto ya más mayor, siempre he pensado que era una pena que yo no hubiera sido más mayor, o el más joven, porque es guapísimo, o al menos lo era.
-Pues te ha visto el otro día, pero no te dijo nada, porque no creía que te acordaras de él, tenías 7 añitos. Dice que estás igualita, más mayor, pero que sigues igual- Y yo pensando, sí, muchas veces no solo por fuera, también por dentro tengo 7 años.
Entonces llegué a la conclusión de que a primera vista no soy la tía más despampanante como para que los ojos se queden conmigo, ni la más extrovertida como para dejar un poquito de huella. Pero que con un poquito que se me conozca, ya no se me olvida tan facilmente, ni pasados años y años, habiendo sufrido los cambios de la adolescencia, y esto no le pasa a todo el mundo.
besitos de algodón de azúcar(como el que me pienso comer hoy)

2 comentarios:

Unknown dijo...

hola, te convido a leer mis poesias (historias cortitas)...

Azul... dijo...

A veces no se trata de tener un físico espectacular, sino de que nos encogemos dentro de nosotras mismas por timidez o por lo que sea, tanto, que la gente deja de percibirmos... Piénsalo, esas personas que te recuerdan son aquellas con las que fuíste tú misma y te permitiste brillar ;)

Un bessito enoooorme!