viernes, 29 de junio de 2007

hola...

Voy a asomar la cabecita despacito, que tengo esto de un abandonado... Esto me pasa por empezar un blog cuando estoy de exámenes. Espero escribir ahora más a menudo.
Las dos últimas semanas han sido ¡¡¡¡aaaahhhhh!!!! creí que no iba a terminan nunca, cuando ayer por fín acabé, se apoderó de mí una sensación de "bufff, no me lo creo" Que estrés de año, ahora estoy a la espera de los resultados, de momento no va muy mal la cosa.
Besitos de algodón de azúcar

jueves, 14 de junio de 2007

SIN NUBARRONES

Estaba entada en el parque, relajada, tranquila, sonriente, alegre, feliz, aislada de todo lo que la rodeaba, de los árboles, de las flores, de las hormiguitas que corrían por allí, de la gente que paseaba, indiferente a su presencia, como si fuera un elemento más en aquel paisaje.
Entonces alguien se fijó en ella. Había visto un reflejo que venía de allí, era un rayo de sol que había incidido sobre una lágrima que brotaba de sus ojos. Se acercó.
-Si no llega a ser por el sol, no me habría dado cuenta de esa lágrima que has soltado. Se te ve tan feliz, que no lo entiendo.
-Es por el cielo
-¿Por el cielo?
-Sí, está azul, sin ningún nubarrón que lo ensombrezca
-Pero eso es bueno ¿no?
-Y por eso se me ha escapado la lágrima. Tenía que dejarla salir, para que no quedara nada de tristeza dentro de mí. Mis lágrimas eran la lluvia de los nubarrones que entorpecían mi felicidad. Ahora que no están, tampoco puedo llorar más. Quiero disfrutar completamente de este momento, sin que nada lo estropee, aprovechando cada momento, antes de que vuelvan los nubarrones.
-Igual no vuelven.
-Volverán, siempre vuelven, por eso hay que saber apreciar cuando no están, y disfrutar como nunca cada instante.
Besitos de algodón de azúcar

martes, 12 de junio de 2007

Si el semáforo se pusiera en verde

Ojalá todo fuera tan sencillo como esperar a ver que semáforo se pone en verde.
La jornada había sido rara en general, llevaba todo el día con una sensación extraña, el tipo de sensación por el que sabía que algo iba a pasar. La noche se estaba apoderando ya de la ciudad, y su instinto permanecía aún alerta. ¿Empezaría a fallar su sexto sentido? hasta ahora no lo había hecho nunca.
De pronto se encontró en la esquina, con la posibilidad de coger un cruce o el otro, ambos en rojo. Y descubrió la metáfora exacta de su vida, un camino, que de pronto se bifurcaba, y la elección de la ruta a seguir no era fácil, ambas tenían obstáculos para seguir adelante, pero sabía que tenía que elegir, ¿cuál? imposible conocer la respuesta.
Mientras deambulaba por sus pensamientos, empezó a sonar un pajarillo, era uno de los semáforos, se había puesto en verde. "Este, seguiré este camino"
Su sexto sentido no se había equivocado, era la hora de elegir.

Besitos de algodón de azúcar

viernes, 8 de junio de 2007

MOMENTOS POSTEXAMEN

El día que tengo un examen, me levanto fatal, sin haber dormido apenas, nerviosísima, me duele todo. Pero intento pensar: solo tienes que pasar un mal ratillo, que luego tendrá su recompensa (claro, que cuando luego se suspende, la cosa no va tan bien)
Pero es salir del examen, y ya alguien propone ir a tomar algo, me encanta ese momento, sobre todo ahora que ya hace solecito, y en vez de quedarnos en la cafetería nos vamos al césped. A tirarnos allí, relajados, cogiendo un poquillo de color para el verano(aunque en mi caso es complicado, el sol me rehuye), poniendo verdes a los profesores(es que menudas cosas preguntan...),respondiendo irónicamente a las preguntas, comentando el siguiente, contando anécdotas, conociéndonos un poquito mejor. Adoro ese buen rollo que se crea, incluso con gente con la que apenas has hablado, y pienso: ¿por qué no habré hablado con fulanito antes?
Ahora toca preparar el siguiente, a ver que tal sale.

Besitos de algodón de azúcar

martes, 5 de junio de 2007

Consejillos

Ayer tuve una confirmación más de que de todo el mundo se aprende, incluso de los más pequeñajos.
Estaba estudiando, para no variar demasiado en mi rutina diaria, cuando se me acerca y me pregunta:
-¿Qué haces?
-Lo de siempre, estudiando.
-¿Y no te cansas?
- Claro que me canso, pero tengo que estudiar, estoy de exámenes.
-Pero es que llevas todo el año así, no has descansado.
-Es lo que tiene mi carrera, y este año más aún.
-¿Y no sales?
-Ahora no.
-Pero si casi no has salido durante el curso. Si no disfrutas ahora que estás en la universidad ¿cuándo lo harás?- Pensamiento mío: eso seguro que lo ha sacado de su padre, que un día me dijo algo parecido.
- Tienes razón corazón, tengo que divertirme más.
- El hermano de Susana era como tú en el colegio, de sacar siempre buenas notas, y este año que ha empezado la universidad, si le llaman para salir no se lo piensa. Está suspendiendo, pero dice que también tiene que divertirse
Ya se fue y me dejó estudiando, aunque empecé a pensar en cuanta razón tenía, y en que me debía de ver como una auténtica amargada, e igual decide que si va a acabar como yo, va a pasar de estudiar enseguida (aquí me entró pensamiento de culpabilidad)
Siempre me han dicho que los años de universidad son los mejores, que si tengo que sacarme la carrera en algún año más que no pasa nada, y que salga. Y yo entonces pienso que mi carrera ya es difícil sacársela en sus años aunque no pares de estudiar, como para encima salir mucho. Pero también es cierto que me entra pelusilla cuando mis amigas hablan de las fiestas a las que van, de los planes que hacen, siguen quedando mucho entre ellas. Y yo salgo lo justo.
Aunque este año es el primero en el que mis estudios no han estado por delante, salgo bastante más (aunque siga siendo poco), me distraigo un montón, y estoy aprendiendo a llevar los suspensos. Y reconozco que tiene sus ventajas, aunque una parte de mí lo siga viendo como algo negativo, pero una persona no cambia en medio año, como para todo, se necesita tiempo para adaptarse a lo nuevo y para buscar el término medio.
Tras mi reflexión llegue a la conclusión de que mi niño se estaba haciendo ya grande, y en un par de años seré yo la que le diga que salga más, porque ha salido responsable también. Voy a tener que escucharle más a menudo.

Besitos de algodón de azúcar

viernes, 1 de junio de 2007

Y ahora tengo una nueva pregunta que me ronda la cabeza ¿cómo sé si estoy enamorada?
Se supone que esas cosas deberían saberse, pero no lo sé. No sé si lo he estado alguna vez, no sé que tipo de cosas hacen que lo sepas.
Yo pensaba que eran las mariposillas, estaba convencida de que las mariposillas me dirían "estás enamorada" esas mariposillas que mis amigas dicen que son un mito, pero que yo he sentido, y sé que existen.
Estoy feliz, estoy contenta, estoy todo el día pensando en él, imagino un futuro, no puedo esperar para verle, todas las canciones las asocio a él, y creo que me estoy enamorando, pero las dichosas mariposillas no aparecen. Entonces ya me entra la duda, me como la cabeza, pienso que no es él el chico que llevo esperando, que nuestra historia no es como yo me la imaginaba.
Luego mi madre me dice: te estás enamorando, pero no lo quieres reconocer ¿a qué sí? y a mí me da la risa tonta y lo niego. Mi madre, esa que me conoce mejor que nadie, la que supo antes que yo cuando un chico me gustaba. Algo me debe notar ella también.
¿Y por qué lo niego? Es mi novio, me gusta, eso sí que lo sé, pero ¿por qué lo niego? pues no lo sé. Nunca he reconocido delante de ningún chico que me gustara, nunca, siempre ocultándolo, y lo de estar enamorada nunca se lo he confesado a nadie. Y me sigo refugiando en el "no, no me gusta" cambiado al "no, no estoy enamorada" para que nadie lo sepa. Antes mi excusa era que no quería que el chico en cuestión se enterara, ¿pero ahora? si ya le tengo conmigo, si ya me ha dicho que me quiere, ¿por qué no consigo avanzar?
Así que tengo todas estas cuestiones rondando en mi cabeza, que tiene la pobre ya una saturación.

Besitos de algodón de azúcar